Un calentador de agua, vasos y platos de plástico y hasta un fertilizante son algunos de los productos que han desarrollado empresarios en Quintana Roo para utilizar el sargazo.
Con una matriz de polipropileno y sargazo, compuesto al 30 por ciento por el alga, Energyn desarrolló un plástico inyectable que pueda tener múltiples usos.
"Buscamos hacer productos que sean biodegradables o reciclables para la industria hotelera. Qué sustituyan los productos desechables ya hechos con el propio sargazo", explicó Andrés Muñoz, director general de la firma.
Entre ellos exhibieron dos: platos y vasos de bioplástico duro y un calentador híbrido de agua.
Los primeros se han ofertado a hoteles y restaurantes, y ya cuentan con cinco clientes, con la finalidad incluso de poder servir como recuerdos para sus visitantes.
"Está pensado para que se degrade en 100 días, pero en cualquier caso, nuestra propuesta de valor estamos incluyendo también la recogida del mismo material, el reciclaje y la reinyección a nuestra planta", comentó.
Mientras que el segundo, llamado Solesyto, ofrece capacidad para calentar hasta 80 litros de agua ya sea con energía solar o energía eléctrica.
"¿De qué nos sirve el sargazo? Hasta ahora teníamos un modelo que servía con tinacos pero no nos permitía trabajar con sistemas de hidroneumático porque tenía que aguantar mucha presión. El hecho de añadir sargazo aumenta la capacidad de aguantar presión del Solesyto en 25 por ciento", detalló.
Cada unidad pesa unos 8 kilos, de los cuales 2.4 son de las fibras del alga, que por ahora en un programa piloto ya tiene 10 unidades instaladas.
Para la elaboración de una botella de un litro de fertilizante, la empresa Alquimar utiliza medio kilogramo de sargazo.
"Es un biofertilizante a base de sargazo y una serie de bichitos. Se está produciendo aquí en Cancún", indicó Luis Macía, representante de la empresa.
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