viernes, 13 de marzo de 2020

Productos femeninos son hasta 30 por ciento más caros en México



Para los niños azul y para las niñas rosa, un estereotipo de género que contribuye a encarecer hasta 30 por ciento los productos de uso en común para las mujeres, y el cual es denominado como ‘impuesto rosa’, de acuerdo con expertos.

“No es un impuesto, el nombre está llamativo, es una forma de identificarlo, porque sí es una realidad que hoy muchos productos de mujer cuestan más que los similares de hombre”, reconoció Fabiola Davo, presidenta Asociación Mexicana de Agencias de Promociones (Amapro).

De acuerdo con un sondeo realizado por El Financiero en farmacias y tiendas retail, 11 productos enfocados a mujeres llegan a tener una diferencia de precio mayor de entre 65 y 0.6 por ciento, contra los mismos artículos dirigidos a hombres, como rastrillos y sus repuestos, desodorante, vitaminas, ropa y pañales.

“Obedece a que más del 70 por ciento de las compras las realizan las mujeres, no es misógino ni de sexo, es una ley económica tal cual, porque la demanda es mucho mejor en una mujer que quiere más variedad, y eso le cuesta en investigación e innovación a las empresas”, aseguró César Enríquez Morán, director de la American Marketing Association (AMA).

La marca Gillette Prestobarba 3 comfort vale 60.50 pesos, contra los 100 pesos de la Gillette Venus sensitive, una diferencia de 65.3 por ciento. Lo mismo sucede con los repuestos de rastrillos, sólo que la diferencia de precio se reduce 16.7 por ciento.

“Una Gillette rosa es más cara por lo que viene detrás, la marca tiene que invertir en entender qué requiere la consumidora, luego hacer una campaña para que se entere del producto, entonces el costo por unidad sube y por eso el producto para mujer es más caro”, argumentó la presidenta de la Amapro.

Sin embargo, un estudio de Kantar reveló que el 76 por ciento de las mujeres considera que la forma en cómo las representan las marcas no corresponde al escenario actual.

Detrás de los rastrillos, el producto de mayor disparidad, es el desodorante Rexona Advanced Antibacterial, con una diferencia de precio de 47.5 por ciento, mientras que el de mujer vale 45 pesos, y el del hombre 30.50 pesos.

“Tienen más ingredientes y las fragancias femeninas son hasta 20 por ciento más caras, las mujeres son muy cuidadosas en lo que se ponen porque no quieren mezclar olores, y quitarlos es mucho más difícil”, explicó Enríquez Morán.

Otro producto que requiere diferenciarse por aroma son las cremas, Vita Lift antiarrugas de L’Oreal vale 328 pesos, 42.6 por ciento más que los 230 de la versión para hombre que lanzó recientemente la empresa.

Resalta que la crema femenina contiene innovaciones como ácido hialurónico y pro-xylane concentrado al 3 por ciento.

“Otra parte de que sean más caros los productos de mujer son la especialización, por ejemplo, en trajes de baño los de hombre son casi iguales, mientras que los de las mujeres se invierte en el diseño, y valor que le darás para cautivar entre la competencia”, señaló Davo.

En los pasillos de una Bodega Aurrera, un traje de baño azul rey de hombre vale 127 pesos, contra los 156 pesos de un traje de baño de mujer de una sola pieza del mismo color, una diferencia de 22.8 por ciento.

En el caso de la ropa interior se observa que la brecha de género se presenta sin importar la edad, un negocio que monetiza Kimberly-Clark desde los pañales, pues los Huggies para niñas es 0.6 por ciento más caros que para niños; en tanto que, al llegar a adultos, la ropa de incontinencia urinaria de Depend vale 32.9 por ciento más en su presentación para mujer.

La senadora Gloria Sánchez dijo que la Cámara alta aprobó en diciembre un punto de acuerdo para exhortar a Profeco a que instrumente acciones para combatir y sancionar las prácticas del ‘impuesto rosa’, sin que al momento realmente algo haya cambiado.

“Las sanciones pueden ser un tema preventivo, porque pagarán las multas, pero no se traducirá en un beneficio para las consumidoras, y lo que queremos es que sí haya una modificación conforme a los costos”, comentó la diputada Annia Gómez, quien trabaja en una iniciativa contra el ‘impuesto rosa’.

Mónica Franco, directora comercial de la agencia de publicidad Smile Pill, concluyó que para hacer frente al ‘impuesto rosa’ cuenta la educación desde el consumidor, que se genere el hábito de investigación antes de la compra e incluso si los productos de mayor precio no dan el valor que se requiere, es mejor adquirir el de ‘género masculino’.

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