El abaratamiento de las tecnologías y la estandarización de éstas; una mayor formalización de la economía, y generar confianza por parte de la población, son los retos que deberá enfrentar México para potencializar el impacto que pueden tener las novedades tecnológicas como un mecanismo para incrementar la inclusión financiera.
De acuerdo con Visa y MasterCard, hoy en día existe en el país un marco regulatorio adecuado, el interés por crear nuevas aplicaciones tecnológicas y una penetración importante de tarjetas de débito y teléfonos celulares, pero para que estos esfuerzos rindan fruto, es necesario que se trabaje en los factores mencionados anteriormente.
“Existen diferentes soluciones en el mercado para utilizar el teléfono celular como mecanismo de transacción, pero no hay un estándar bajo el cual todos sigan las mismas reglas. Ésta es una evolución por la que debe pasar México para poder ofrecerle a los clientes soluciones interoperables, es decir, que se puedan hacer operaciones multibancarias y multiestablecimientos.
“Además, los servicios deben tener costos aún más accesibles, por lo que es necesario crear paquetes de soluciones que se apaguen a todas las necesidades y segmentos”, comentó Luis Cirerol, director de Pagos Avanzados de MasterCard.
“También se requiere una mayor formalización de la economía del país, promoviendo que más micros, pequeñas y medianas empresas, así como profesionistas independientes, puedan recibir pagos electrónicos, lo que necesariamente significa que tendrán que abrir una cuenta para recibir estos recursos.
“Y generar una cultura de confianza entre los usuarios, destacando la seguridad que brinda el uso de mecanismos electrónicos en comparación con el uso de efectivo”, señaló, por separado, Mauricio Braverman, director ejecutivo de Productos de Visa.
Agregó que si bien existen cerca de 100 millones de tarjetas de débito en el país, más de 90% de éstas siguen siendo utilizadas sólo para retirar efectivo, lo que tiene sus causas en que sólo hay 500,000 terminales punto de venta en territorio nacional y que la población en general considera más seguro el uso de efectivo.
Pago electrónico
Ante ello, Braverman propuso considerar una medida ya implementada en Argentina y Uruguay, por medio de la cual se estimuló el pago con tarjetas de débito reduciendo un porcentaje del IVA sobre aquellas compras realizadas a través de este mecanismo, y que es factible de aplicarse en México.
Cirerol resaltó, por su parte, que los diferentes sectores de la población mexicana estarían dispuestos a adaptarse a estas nuevas tecnologías, siempre y cuando se llegue con los productos adecuados. Puso como ejemplo el caso de Mi Fon, el cual lanzó MasterCard en asociación con Banorte y Telecomm en una pequeña población de Oaxaca llamada Santiago Nuyoo.
“Ésta era una población sin acceso a servicios financieros y que carecía de infraestructura en telecomunicaciones. Gracias a la tecnología móvil, esta población ya puede hacer transferencias de persona a persona y pagos a través de teléfono celular, mediante una tarjeta MasterCard.
También se hizo la labor de formalizar pequeños comercios, porque al implementar el uso de pagos móviles, tuvieron que abrir una cuenta”, explicó.
Ambas empresas especializadas en pagos electrónicos están trabajando hoy en día de la mano de empresas tecnológicas para validar y certificar aplicaciones que cumplan con estándares de seguridad internacionales, y de esta manera garantizar a bancos y usuarios que las transacciones que realicen son seguras.
Además, continuamente implementan programas de educación financiera, que tienen como finalidad que más mexicanos conozcan las virtudes del sistema financiero, y sepan cómo acercarse a él.
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