viernes, 5 de julio de 2013

El peso pierde 1.24% por temor a viraje monetario en la Fed

El viernes, el mercado de cambios nacional estuvo movido por las cifras de empleo en los Estados Unidos. A pesar de presentar un resultado mixto, su comportamiento dio señales de que la Reserva Federal podría meter pronto el freno a la política de estímulos, lo que llevó a la venta de activos de mayor riesgo.

De acuerdo con información del Banco de México, el dólar en operaciones de mayoreo cerró en 13.095 unidades a la venta, lo que implicó para el peso una caída de 16.10 centavos, semejante a 1.24%. En tanto que en la semana, acumuló un retroceso de 0.89%.

En los Estados Unidos se dio a conocer que la generación de empleo en el sector no agrícola fue de 195,000 durante el pasado junio, por arriba de los 165 estimados en promedio, a lo que se sumó una revisión al alza de 70 nuevos puesto a los originalmente reportados en abril y mayo.

En tanto que la tasa de desempleo se ubicó en 7.6% en junio, sin cambio con respecto al mes anterior, aunque por arriba del 7.5 proyectado.

Los datos del sector laboral norteamericano presentan buenas y malas noticias para el peso.

La buena, es que muestran que la actividad económica del principal socio comercial de nuestro país está en un proceso gradual de recuperación, lo que puede derivar en la posibilidad de que las exportaciones mexicanas se recuperen y, por lo tanto, se genere una mayor oferta de dólares.

Entre las malas se ubica el alza en el rendimiento de los bonos del tesoro norteamericano, lo que podría hacer perder competitividad a las inversiones en pesos, originando un cambio en los flujos de capital que han favorecido fuertemente a nuestro país en años anteriores.

Los movimientos en los capitales ya se ha reflejado en una salida de recursos de extranjeros del mercado de deuda nacional de valores gubernamentales, lo que se podría agudizar en el momento en que la Fed empiece a comprar menos bonos y se fortalezca el dólar.

Algunos participantes de los mercados estiman que la Fed probablemente empezará a reducir gradualmente sus estímulos monetarios a partir de septiembre.

El efecto combinado de los factores positivos y negativos sobre el peso, puede dar por resultado presiones para su depreciación en el corto plazo, con algunos altibajos. En tanto que en el mediano plazo, la posibilidad de un mejor comportamiento de la economía norteamericana le podría favorecer.

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