Las embotelladoras advierten que un nuevo impuesto a sus productos azucarados afectará sus ingresos, pero el mayor banco de Estados Unidos, JP Morgan, espera más bien un beneficio para éstas por el posible cambio fiscal.
Sus analistas estiman que el eventual incremento en los precios de bebidas carbonatadas con azúcar, propuesto por Hacienda, llevará al público a consumir productos “light” endulzados con otras sustancias, que no serán gravados con el nuevo impuesto y por tanto serán más baratos.
Como los productos bajos en calorías son tradicionalmente más rentables, las refresqueras ganarán más, supone JP Morgan.
“Esto (el nuevo impuesto de un peso por litro a los refrescos) incluso podría ayudar a expandir los márgenes de las embotelladoras”, destacó el banco ayer.
“Vemos a Femsa, (Coca Cola Femsa) KOF, Bimbo, (Arca Continental) AC y a (Walmart de México) Walmex, como las principales beneficiarias, precisó en otro documento JP Morgan.
Pero ayer mismo, Emilio Herrera, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas, advirtió de riesgos para su gremio.
Explicó que el gravamen causaría una baja del 20 por ciento en su volumen de ventas y probablemente en la misma proporción, de sus ventas.
En los informes que ayer envió a sus clientes, JP Morgan detalló que de prosperar el nuevo gravamen, serían las embotelladoras de la marca Pepsi las que mostrarían al público un aumento mayor en precios.
“En nuestras estimaciones preliminares, los embotelladores de Coca Cola necesitarían aumentar sus precios promedio en un 10 por ciento.
“Para Cultiba (embotelladora de Pepsi), dado el 20 por ciento de descuento con el que venden tradicionalmente su producto contra el precio de Coca Cola, el incremento estimado estará un poco más alto, en un 12 por ciento”, expuso JP Morgan.
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